LA INVASIÓN DE LOS ÁRABES

Después de las destrucciones de los bárbaros, la zona del Bajo Aragón y concretamente las márgenes del río Guadalope fueron reconstruidas y se constituyó un floreciente asentamiento agrícola.
Parece que Almofalda, un reyezuelo de Alcañiz, deudo del walí de Zaragoza Muza_Abencajur, reconstruyó Castelserás, llamándola Borgamofalda (fortaleza de Almofalda), si bien en el lenguaje habitual siguió denominando Castro César.
La Marca Hispánica era una zona que comprendía desde el Ebro a los Pirineos y pertenecía a Carlomagno, sólo le faltaba poseer la ciudad de Tortosa, que era la llave del Ebro.
Según relata el astrónomo en la vida de Ludovico Pio, en el año 809 una expedición salió de Barcelona para conquistar Tortosa; un cuerpo de ejército, bajo las órdenes directas de Ludovico, fue por la costa, mientras que otro cuerpo, a las órdenes de Borrell, cruzaron el Ebro y subieron por el Guadalope donde encontraron florecientes comunidades agrícolas árabes a las que desmantelaron hasta el nacimiento del río y de allí bajaron a Tortosa.
Hacia el año 864 un berberisco de origen judío, llamado Hafsün, consigue formar un ejército con cristianos y judíos berberiscos de Ainsa, Benabarre y Benasque, que dedicándose al bandidaje consigue dominar desde el Pirineo hasta los campos de Alcañiz. El rey Mohammed acude desde el sur a combatirlo con un gran ejército que capitaneaba su nieto Zeid Ben Cassim. Hefsüm tiene miedo y aparenta someterse. Ambos ejércitos acampan en los fértiles campos de Alcañiz; pero durante la noche los soldados de Hefsüm degollaron alevosamente a Zeid Ben Cassim que sólo tenía 18 años.
El Cid estuvo un tiempo al servicio del rey de Zaragoza y solía realizar correrías de pillaje por el Bajo Aragón, teniendo como base de operaciones, posiblemente, Calamocha. De hecho en el Cantar del Mío Cid parece citada una correría nocturna sobre Alcañiz.
Alfonso el Batallador, probablemente conquistase los pueblos el Bajo Aragón; pero las conquistas no eran estables pues en 1143, cuando vinieron al reino de Aragón las tres Órdenes Militares de Jerusalem: Caballeros de San Juan, del Templo y del Hospital, les fueron donadas posesiones por esta zona, y sabido es que la misión de estas Órdenes era la lucha en vanguardia, en los lugares fronterizos con los musulmanes.
Un dato difícil de situar es el hecho de que el hermoso azulejo que se tomó de la fachada del Palacio de la Encomienda, que luego se llamaría Hospital, lleva la fecha de 1093, exactamente 50 años antes del decreto de admisión de las Órdenes Militares en Aragón.
La conquista definitiva sucedió con Alfonso II.
Alfonso II otorgó la Carta Puebla a Alcañiz en 1195, según la cronología romana que, para Taboada, corresponde a 1157 en la actual. Por tanto Castelserás quedaba dentro de Alcañiz.
En 1174 Alfonso II dona Alcañiz a la Orden de Calatrava, formando Castelserás parte de esa encomienda.
Según Taboada y Zapater, el 10 de abril de 1278 se firmó en Monroyo un documento que segregaba a Castelserás de Alcañiz
El 10 de junio de 1255 el Maestro de Calatrava autorizó, por un privilegio, a los de Alcañiz para entrar ganados y hacer leña en Valmuel, Alberti y Borgamofalda, de acequias afuera, exceptuando la dehesa de la Orden.
Según antigua tradición no podían entrar en el término de Alcañiz ganados antes de la salida del sol, ni regresar después de la puesta; a los que lo hacían se les degollaba una res.
El 2 de octubre de 1402, Castelserás queda unido a Alcañiz por una deuda de 1.299 libras. Por este precio más la pecha anual de 700 sueldos, más 500 florines a la Orden de Calatrava, Castelserás pasó a ser barrio de Alcañiz, según escritura firmada por el Notario D. Jaime Pérez.
Durante el tiempo que se mantuvo esta situación, se aprovechan las aguas del Mezquín para regar 30 cachizadas (1661). José Valero abrió la acequia que cruza el Dezmario y riega 290 cahizadas (1722) y otra para alimentar 190 (1724), y la de Matueros a los Viñales que tiene 60 (1729).
En 1770, utilizando la acequia del molino se aumenta más cahizadas de parte regable.
Fueron Justicias de Alcañiz los hijos de Castelserás Juan Añón y Juan Santapau; jurados en capítulo Pedro Añón, Bruno de Santapau y otros.
El 29 de mayo de 1690 el rey Carlos II, por quebrantar Alcañiz las disposiciones del monarca, otorgó el privilegio de villazgo a Castelserás, concediéndole los mismos términos que antes poseía
Bien es cierto que este decreto no se ejecutó hasta 1750, después de 60 años de su promulgación. Torrevelilla, que era aldea de Castelserás, obtuvo su independencia y el privilegio de villazgo el 27 de noviembre de 1770, y se ejecutó en 1771, con lo que los límites del término de Castelserás quedaron disminuidos.
En la independencia definitiva de Castelserás intervino de manera decisiva el padre Lucas Fernández Pulido, del que se dice que pudiera haber sido hermano bastardo del rey Fernando VI. Este extremo podría confirmarse ya que el padre Rafael Valero refirió que había transcrito las cartas que el padre Pulido intercambiaba con el Gobierno, y que dichas cartas quedaron archivadas en el convento de Santo Tomás, que lo padres Camilos tenían en Vic (Barcelona), ignorándose ahora su paradero exacto.

azulejos